Ir al contenido principal

Experiencias en la Costa oeste: 1. Las Vegas

Este verano ha sido una fecha cumpleañera importante en casa, por lo que decidimos celebrarla con un viaje diferente de los que estamos acostumbrados. Mi marido, mis hijos y yo realizamos un viaje fantástico hacia las entrañas de la costa oeste, paseando y descubriendo diez parques nacionales de dicha costa, desde Utah hasta California, pasando por Nevada y Arizona.
Como ha sido un viaje lleno de experiencias, las iré escribiendo paso a paso, para recordar saboreando lo que descubrimos y nos encontramos. 
El paso previo para llegar desde Boston a cualquier parque nacional de la costa oeste, pasaba por las Vegas. He aquí mis recuerdos de esta ciudad reina del desierto:
Boston - las Vegas en avión son seis horas. Parecen más si viajas en Jet Blue, o aerolínea low cost, puesto que no te dan comida y con suerte te toca un poco de agua o zumo. Las pantallas colgadas del asiento delantero son tan pequeñas que dificulta tu visión desde casi el primer minuto. Eso si, merece la pena porque el viaje, que es lo importante, es mucho más económico. Si a eso añadimos que mi reloj se iba coordinando con la hora local del espacio terrestre que atravesábamos volando, parecía que el tiempo circulaba a velocidad de tortuga, puesto que hay tres horas de diferencia entre la ciudad de salida y la de llegada.
Al coger el taxi para llegar al hotel, el taxista, un hombre simpaticón de unos cincuenta años nos contó que los lugares donde merece la pena ir son las entradas de los hoteles "Venezian", "Bellagio", "Wynn" y "the Mirage". Si, eso mismo, pasear por las entradas de estos hoteles era el hobby de los turistas al llegar a las Vegas. Durante el viaje del aeropuerto a las Vegas comprobamos  que nos alejábamos del desierto y entrábamos en un oasis de lujo y fastuosidad como yo nunca antes había visto. Al lado del desierto, más bien en medio del desierto, se erigían hoteles grandes y luminosos, enormes y atractivos, que invitaban a entrar y dejarte seducir, ya fuese a través del juego de todo tipo, o del lujo que se olía en cada estancia.
Al salir del taxi, nos dejábamos llevar a través de los pasadizos que, perdedores de tan enormes, nos guiaban a todo tipo de atracciones donde gastarnos el dinero. Así, después de un baño en una piscina enorme rodeada de gente bostezando lánguidamente mientras tomaba un cóctel multicolor, acabamos yendo a cenar en un restaurante mexicano cerca de un canal de Venecia, donde un gondolero de verdad paseaba a una pareja verdad. Y todo eso bajo un cielo azul claro teñido con unas pocas nubes amarillentas y anaranjadas; un cielo falso pero bonito, que te dejaba encandilar si así lo creías necesario. 
Los precios, debo decir que astronómicos, puesto que mi latte del Starbucks me costó casi el doble del que me cuesta en Boston.
La experiencia, irrepetible. Irrepetible porqué no necesito volver a ver el derroche de lujo y placer que te despluma en un plis-plas, aunque debo reconocer que me impactó lo que la mente humana es capaz de generar para atraer dinero a sus fauces.
Dato útil:
El Venetia ofrece precios asequibles para muchos mundanos si puede reservarse con mucho tiempo de antelación. Eso si, por supuesto el desayuno no está incluido y el primer Starbucks que te encuentras te roba lo que habías ahorrado no gastando ni un céntimo en las tragaperras.
Dato curioso:
El taxista nos contó que en las Vegas se realizaban bodas Drive-thru, oséase, que el cura o Elvis Presley pueden casar a las parejas sin que éstas tengan la necesidad de bajarse de su coche.
Lo dicho.
¡VIVA LAS VEGAS!

Comentarios

  1. Ja veig que aquest estiu no heu vingut a Catalunya!
    Totalment d'acord amb Las Vegas, la visita impacta i t'adones fins on pot arribar la decadència humana...però s'hi ha d'anar un cop a la vida.
    Petons
    Agnès

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, ens hem quedat sense la platja, i les gambes de Palamós, però ha estat una experiència espectacular, tan a nivell de paisatges naturals, com ... d'artificials. Jo no volia anar a las Vegas però m'ha agradat veure-ho una vegada.
      Abraçada
      Roser

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

De como el ratoncito conoció al elfo

"¡Mira, mamá!" me dice mi pequeño orgulloso, mostrándome una pequeña caja de plástico azul en forma de baúl. "¡El diente que se me movía se me ha caído durante la comida en el cole!". Pues veremos lo que te trae esta noche el Ratoncito Pérez. En casa, aunque en Massachusetts, intentamos mantener las tradiciones con las que hemos crecido mi marido y yo. En el caso de los dientes, a nuestros pequeños no los visita el hada de los dientes americana, la famosa Fairy Tooth . En nuestra casa aparece el Ratoncito Pérez, para traer algún pequeño regalito como intercambio del diente que descansa quietecito debajo de la almohada. Pero hoy mi pequeño me pide que yo misma hable con el Ratoncito Pérez y le pida un regalo inusual. "Mamá, yo quiero que el Ratoncito Pérez me traiga de regalo al Elf on the shelf ". ¿Cómo?¿Y ese quién es? Reconozco que lo he visto multitud de veces en multitud de tiendas por las que paseo para encontrar regalos innecesarios para gen

Positivizando

He decidido publicar un listado de cosas que me gustan de Massachusetts.  Me encantaría saber si alguien comparte alguno de los puntos que ahora mismito menciono, dondequiera que sea el trocito de mundo donde vive. Y se me ha ocurrido lanzar la campaña "POSITIVÍZATE", para que todos contemos aspectos negativos de donde vivimos, pero en plan positivo. Seguro que encontramos muchas situaciones que en principio no son chulas, pero a las que conseguimos darle la vuelta y disfrutarlas. ¡Atrévete! Aquí van las mías: - En países calurosos, poco después de hacer la compra y ponerla en la parte de atrás del coche, debes correr para que los alimentos congelados (entiéndase pizzas, guisantes y helados) no se descongelen. Aquí en Massachusetts, con el frío que tenemos, después de la compra podría ir a dar una vuelta, recoger a los niños, irme al trabajo, pararme en un Starbucks y, al llegar a casa, la comida congelada continuaría estando congelada . Creo que esto es una p

Concepto playa en primavera

Debo reconocer que las playas que conocía hasta la fecha y las playas de Massachusetts son radicalmente diferentes. En todo. Bueno, vamos a comprobarlo: Vamos a por las similitudes: la única similitud que he podido encontrar es en lo básico, es decir que en ambos sitios hay agua salada (supongo) y arena. Nada más. Vamos a por las diferencias: Concepto playa en primavera anterior a Massachusetts: Llegas a la playa, te descalzas y caminas por la playa, tranquilamente, hasta que llega el momento de gritar como una posesa para impedir que tus niños se metan derechitos al agua, que en primavera aún está fría. El sol te pica la cara y unas gafas de sol nunca vienen mal. Después del paseo, encuentras un chiringuito con vistas a la playa y te sientas junto a tu media naranja y padre de tus hijos, mientras disfrutáis de una cervecita muy fría, unas aceitunas y una patatitas. Escuchas el ruido de las olas al chocar contra la playa, sientes a tu marido cerca y observas como est