Antes de vivir en los Estados Unidos, yo hacía cualquier tipo de compra yendo a las tiendas o supermercados. Es decir, conducía hacia la tienda que me parecía pudiera satisfacer mis necesidades, escogía el producto adecuado, pagaba a la cajera y me iba, bolsa en mano, con el producto dentro. Aquí, estos pasos que acabo de enumerar son básicamente obsoletos en su mayoría y no resuelven un montón de casuísticas megasuperimportantes, ya que:
¿qué sucede si lo que yo necesito (bueno, quiero), no puedo ir a comprarlo porque las tiendas están cerradas?
¿qué sucede si mi objeto del deseo no está en las tiendas cercanas?
¿qué sucede si mi coche está estropeado?
¿qué sucede si la tienda que tengo cercana no me ofrece un buen descuento?
Eso, todo eso y mucho más, lo soluciona...¡AMAZON!
Amazon te soluciona la vida y te vacía la cartera en un abrir y cerrar de ojos, sin salir de tu casa. Tu pides a tu ordenador tu objeto indispensable (que no es indispensable en el 99.999999999% de los casos), y Amazon, la tienda online más famosa del mundo te lo trae hasta el portal de tu casa en un tiempo módico y al mejor precio posible. Cualquier cosa, sea un libro, una mochila, un teléfono o una muñeca. Amazon lo tiene todo, todo, todo. Tú solo debes pedir por esa boquita (perdón, por esos deditos tecleando), y si tu cuenta corriente está saneada, Amazon te lo trae en un plis plas. Siempre con ofertas, siempre con descuentos, generalmente sin gastos de envío.
Si, te dejan tu objeto preciado cerca de la puerta de tu casa. Si, si, delante de la puerta, en el portal. Una caja o cajita, según el objeto en ciernes, normalmente de color marrón, que espera pacientemente tu llegada para que la recojas y la entres en tu casa. Esta es otra de las maravillas americanas. La caja espera tu llegada y ningún vecino despistado te la roba. La caja que está afuera de tu casa es tuya, puede contener un ordenador, una camisa o un juego de mesa, y no existe ninguna banda-organizada-recoge-cajas que se te la lleve por sorpresa.
Admiro esta manera de actuar y de pensar de la mayoría de americanos, que no converge para nada con la de "hecha la ley hecha la trampa".
¿Que el objeto en ciernes al final no es de tu agrado? Tranquilo, la cajita contiene unos adhesivos que te facilitan su devolución de forma extraordinaria.
¿Maravillas de la evolución?
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