Pongamos que acabamos de aterrizar en el mundo americano. Pongamos que le tengo una tirria increíble a conducir. Pero pongamos también que no queda otra. Después de una semana yendo a pie al supermercado más cercano que queda a un quilómetro de casa, después de descoyunturarme todos y cada uno de los huesos de mi columna vertebral, después de correr a buscar a los niños al cole y de cansarme como una burra, y de comprobar estupefacta que los transportes públicos son escasos, viejos y llegan tarde, al final me rendí a la evidencia: necesitaba un coche.
Pues compramos un coche. Y ya me tenéis lista para las aventuras en la carretera (dicho sea de otra manera, ya estaba lista para coger el coche lo mínimo imprescindible). Y venga, salí el primer día a la calle. Las carreteras de aquí son viejas, desgastadas, llenas de baches y mal pintadas.
El primer día que me fijé en la línea amarilla pensé sinceramente que se les había acabado la pintura blanca y que por eso usaban el color amarillo. Pero descubrí que había muchas calles pintadas con la línea amarilla, aunque no conseguía encontrar el porqué de ese bicolorismo por doquier. Transitando por una calle contemplaba la línea, pero en la de al lado no estaba. ¡Caramba! Y yo no soy muy ducha en dilucidar las señales de las calles, con lo cual no conseguía averiguar el porqué de esa línea.
Al cabo de un tiempo circulando por Massachusetts con mi coche color rojo (evidentemente), tuve que sacarme el carné de conducir de este estado, puesto que el carné de conducir de tu casa patria te sirve como máximo para un año. Con lo cual, me puse a estudiar las normas de circulación de Massachusetts. Y para mi asombro y admiración, comprobé que la línea amarilla tenía mucho sentido, puesto que en una calle, separaba los coches que circulaban en sentidos diferentes.
Si en una calle circulan coches en una sola dirección, la línea amarilla no existe, hay líneas blancas que separan los carriles. Pero si en una calle circulan coches en diferentes sentidos, aquí si, aquí tenemos la bendita línea amarilla que nos indica que no podemos circular a su izquierda.
Parece sencillo, ¿verdad? Pues yo no conseguí encontrar al sentido a mi amiga la línea hasta que la estudié en los libros de circulación vial.
Y aunque en las calles por las que circulo normalmente ahora ya no la necesito, por las calles nuevas para mi me va de maravilla saber de la línea amarilla para no traspasar el carril contrario.
Si, bendita línea amarilla.
O sea ¿allí no usan línea continua y discontinua?
ResponderEliminarO sea ¿allí no usan línea continua y discontinua?
ResponderEliminarAquí usan de todo, hay un tejemaneje increible, pero lo bueno es que la línea amarilla te sirve para distinguir sentidos de circulación. Con el embrollo que tienen montado en las carreteras, reconozco que la línea amarilla me ha salvado de más de un encontronazo frontal;)
EliminarGenial me parece mejor que la blanca, se ve más. A mi me pasó en UK había zig zags blancos y no tenía ni idea de que significaba, me costó lo mío/
ResponderEliminar¿Qué significan los zig zags blancos????
EliminarJajaja que está total y absolutamente prohibido parar o aparcar.
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