Soy clasicona. Me encanta el siguiente tipo de ropa para mis niños: camisas blancas y azul celeste, cuellos mao con los dos últimos botones desabrochados. Tejanos y pantalones de cuadritos pequeñitos. Zapatillas Converse. Chaquetas azul marino.
Y así los vestía yo, hasta que llegamos a Massachusetts. Los primeros días después de nuestro desembarco, opté por mi ropa preferida. Aunque el resto de niños vestían diferente de los míos, yo me hacía la loca y continuaba con mis gustos particulares por encima de los gustos que mis peques ya estaban empezando a experimentar, básicamente porque el resto de los niños de su alrededor llevaba un tipo de ropa diametralmente opuesta a la suya.
Yo continué con mis trece hasta que me rendí a la evidencia:
nadar contracorriente en un paraje desconocido es contraproducente.
Y si, renunciando a mis principios, empecé a comprarles la ropa que ellos querían, puesto que todos sus amigos la usaban:
las camisas blancas y azul celeste con cuello mao dejaron paso a las camisetas de múltiples colores o de algún equipo deportivo de Boston.
Los tejanos o pantalones de cuadritos pequeños dejaron paso a pantalones de chándal de color negro o muy oscuro con rayas blancas a lado y lado.
Las zapatillas Converse dejaron paso a las zapatillas estrictamente deportivas, de colores fuertes y nada discretos y que por suerte, las de su talla ya no se iluminan con lucecitas al pisar el suelo.
Las chaquetas azul marino han sido sustituidas por anoracs de la marca North Face (en este caso, el cambio era totalmente obligatorio, por razones meteorológicas evidentes en Massachusetts gran parte del año (vamos, que estamos cubiertos de nieve unos largos meses de invierno)).
¿Y las tallas?¿Qué decir de las tallas? Pues que son como mínimo dos veces más grandes de lo que es su talla correcta.
Cuando paso fotos de los peques a mi família, algunos opinan que es una lástima que vayan vestidos con este nuevo estilo, mientras que otros opinan que es mejor ser del montón y mimetizarse con el medio.
Tampoco tengo muchas maneras de mantener la ropa que a mi me gusta. Mis peques crecen muy rápido, con lo cual, la ropa del año anterior ya les va demasiado pequeña; y la ropa expuesta en las tiendas sigue los dictados americanos: comodidad ante todo.
Yo, que había hecho mía la frase "Antes muerta que sencilla"; yo, que tengo una abuela que con ochenta y ocho años no sale a la calle sin ir peinada de peluquería y sin tacones; yo, la amante de los colores pastel, me he comido mis gustos y he adaptado la ropa de mis hijos a las tendencias americanas.
Pues si, otra adaptación al medio necesaria.
¿Cuantas faltan?
Es lo que hay, debemos adaptarnos para sobrevivir.
ResponderEliminarPues si, viva la ropa holgada multicolor;)
ResponderEliminarCuánta razón... con lo guapos que van los niños en España, leñe! Aquí lo informal es la regla.... como bien dices, tiene sus ventajas. Se plancha menos!!
ResponderEliminarun beso
Totalmente de acuerdo contigo, la plancha la uso mucho menos;)
EliminarTe entiendo perfectamente, pero hay que aplicar (en algunos casos) aquello de....donde fueres haz lo que vieres. Yo, soy partidaria de no dejarme influenciar por el entorno, pero a veces hay que claudicar, sobretodo cuando se trata de niños, pienso que hay que procurar no hacerlos "los raritos" del cole o del barrio etc....No te parece??
ResponderEliminarAl llegar a Massachusetts nunca me imaginé que claudicaria tan pronto en el tema de la ropa, pero creo que deben mimetizarse con el medio (además que ellos lo prefieren también por comodidad extrema). El "Nunca haré esto" ya no está en mi vocabulario desde hace tiempo;) Besos
EliminarCompartimos gusto. Afortunadamente mis hijos van a un cole que aunque no cuenta con uniforme si que los niños visten más o menos igual en cuanto a estilo. Pero cuando vamos a Alemania o viene mi familia siempre siempre me sueltan un "que elegantes les llevas" y me da una rabia...pero qué elegantes y que ocho cuartos!!!! Ellos, que son unos horteras.
ResponderEliminarImagino que en tus circunstancias me habría pasado lo mismo y hubiera claudicado. Sobre todo a partir de una determinada edad.
Un besazo
Compartimos gusto. Afortunadamente mis hijos van a un cole que aunque no cuenta con uniforme si que los niños visten más o menos igual en cuanto a estilo. Pero cuando vamos a Alemania o viene mi familia siempre siempre me sueltan un "que elegantes les llevas" y me da una rabia...pero qué elegantes y que ocho cuartos!!!! Ellos, que son unos horteras.
ResponderEliminarImagino que en tus circunstancias me habría pasado lo mismo y hubiera claudicado. Sobre todo a partir de una determinada edad.
Un besazo
Me cuesta verlos hechos unos horteras, pero entiendo que es mucho más cómodo. Ayer no tenía ropa de la americana y se pusieron tejanos, iban tan monos! Intentaré que los fines de semana se cumplan msi gustos;)
EliminarBesos
Tienes razôn , Es así tal cual. En Miami mi primal me pasaba ropa y eran 4 tallas màs grandes ,Què horror!. Pero Es Què en España se viste muy bien!!
ResponderEliminarLos estilos son radicalmente diferentes. Aquí, niños y mayores no tienen en cuenta las tallas, pueden ir con camiseta 4 tallas grande y pantalones que les llegan más arriba de los tobillos, y sin ningún tipo de complejo!
Eliminar