Al saber que veníamos a vivir a Boston, un amigo nuestro nos dijo que nos envidiaba porque podríamos conducir un coche americano. Todos tenemos en mente las películas "Grease", o incluso "Karate Kid", donde los coches que se muestran son graaaaaandes, inmensos, y son ocupados por una multitud de adolescentes mascando chicle y chuleando del descapotable en cuestión.
La mentalidad de mucha gente fuera de los Estados Unidos es que todos los coches de los Estados Unidos son graaaaaandes, inmensos y conducidos por adolescentes mascando chicle.
Y con esa mentalidad llegamos a Massachusetts. Y empezamos a mirar los coches de nuestro alrededor. Buscaba con ansiedad coches graaaaandes, inmensos, conducidos o no por adolescentes. Divisé, claro está, un montón de coches. Grandes y pequeños, de todos los colores, con matrículas peculiares aunque la mayoría contenían números y letras e información relativa a que eran del estado de Massachusetts. La mayoría de los coches eran conducidos por adultos serios y responsables que iban o venían de sus lugares de trabajo, o de la compra, o de su casa.
Pero de aquellos coches graaaaaaandes, aquellos que esperábamos encontrar en cada esquina, aquellos por los que nuestro amigo nos envidiaba, no conseguí divisar ni uno. Cero. Cero totalmente cero. Pasada la primera decepción por no encontrar exactamente lo que nos cuentan las películas americanas, empezamos a buscar un coche que nos transportara cómodamente y que estuviera dentro de nuestras posibilidades. Nuestros nuevos amigos nos aconsejaron un coche....¡¡¡¡Japonés!!!! Si, si, en Estados Unidos, los coches japoneses son de los que tienen mayor demanda. Increíble o no, tanteamos unos cuantos concesionarios de coches. Un concesionario de coches americanos, otro japonés y otro mixto. El concesionario que más seguridad nos dió para el servicio después de la compra, el concesionario con el que la relación calidad-precio era mejor y el concesionario con el chico rubio más americano y simpático que había era el....¡Tachán!: ¡Japonés! ¡Premio!
Con lo cual, sin lugar a dudas, compramos el coche japonés para poder desplazarnos cómoda y tranquilamente por Massachusetts.
Cada día, al circular por la calle con mi flamante coche japonés y matrícula de Massachusetts, observo con detenimiento las marcas de los otros coches que también circulan por la misma carretera. Si, hay coches americanos, coches coreanos, coches japoneses, coches alemanes... aunque, si los contara, estoy segura que los coches japoneses superan con creces el número de coches americanos. ¿En segundo lugar? Los coches coreanos, no muy lejos de los japoneses en número.
Esta claro que no podemos hacer planes ni dejarnos guiar por lo que hemos visto en peliculas u oido a otra gente. Con lo de tu coche queda mas que claro, que gracia me ha hecho.....
ResponderEliminarDisfrutar mucho de vuestras vacaciones!!!
Si, los coche de aquí la mayoría son como los de allí... aunque un poquito más altos porqué con la nieve que nos cubre gran parte del tiempo deben aguantar un poco más. Y si, lo de las películas queda en eso, en las películas;)
EliminarGracias por desearnos buenas vacaciones, igualmente;)
Está claro, no siempre lo que sale en las pelis es así, de hecho la mayoría de las veces ni se parece, jeje.
ResponderEliminarEstá claro, no siempre lo que sale en las pelis es así, de hecho la mayoría de las veces ni se parece, jeje.
ResponderEliminarJaja.... las primeras semanas venga a mirar todos los coches de la calle, y es que ni uno era como el de John Travolta!!!!!!
EliminarCreo que todos los tenemos idealizados, menos mal, que tu estás ahí para situarnos sobre la tierra e informarnos y mostrarnos la realidad. (me he llevado una leve decepción,... snif, snif...
ResponderEliminar:(
Hola Roberto! Pues si, muchos estamos conduciendo coches japoneses y sin ver aquellos coches americanos a los que las pelis nos tienen acostumbrados (debo decirte que a nivel de maniobras, como marcha atrás, aparcamiento..., agradezco infinitamente que los americanos se vayan japoneseando;)
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