¿Facilidades en las compras?
Dentro de los centros comerciales (aquí se llaman malls y ya entraré en este tema más adelante), encontramos una de las tiendas en las que puedes rebuscar horas para acabar encontrando "la prenda", ese oscuro objeto del deseo, que no sabías que necesitabas, pero que una vez visto sabes que debe ser tuyo. El nombre de la tienda es Marshalls.
Cuando entras en cualquiera de los Marshalls que hay repartidos en toda la geografía de New England, no tienes ni idea de lo que acabarás comprando. Puede que entres sencillamente a fisgonear un poco, para comprobar si alguna oferta te satisface. Puede que tengas en mente comprar un objeto, para acabar comprando otra cosa totalmente diferente en uso y forma. Y es que Marshalls tiene de todo, desde zapatos a lámparas, desde juguetes a ropa deportiva, pasando por alfombras, muebles, menaje de cocina y sábanas para todos los tipos de camas existentes en Estados Unidos. Una sección importante es la ocupada por ropa de mujer, de todas las tallas y multitud de marcas, donde observas a las féminas rebuscando hasta dar con su "ganga" particular.
¿Qué es lo que tiene Marshalls de especial? basándonos en ropa, puedes encontrar marcas caras (Calvin Klein, DKNY, Ralph Lauren, Boss, Guess y un largo etcétera), a precios más que rebajados. Esta ropa no es de la temporada actual, evidentemente. Además, a veces puedes encontrar todas las tallas, a veces encuentras tan solo una talla de una prenda determinada. Pero los precios son muy, muy baratos, comparados con los establecimientos que ofrecen este tipo de ropa en sus escaparates. Basándonos en los muebles, debo decir por experiencia personal que he comprado lámparas a unos precios super bajos, que hay sillas, alfombras... con unos precios más que razonables.
¿El secreto? hay dos secretos: el primero es tener tiempo para buscar; el segundo es entrar en la tienda sin tener una idea prefijada de lo que "necesitas", puesto que difícilmente conseguirás lo que tenías pensado y seguramente acabarás comprando otra cosa muy diferente.
Si a todo lo que os cuento le sumáis que es super sencillo devolver la o las prendas compradas (ya sean sillas, taburetes, manteles o zapatillas), aquí una compradora compulsiva puede llegar a definir Marshalls como su hogar ideal. Y es que en Estados Unidos, cuando devuelves una prenda que has comprado en un establecimiento, estos te cargan el dinero en tu targeta de crédito. Nada de vales para usar en la siguiente compra, nada de comprobaciones o de preguntarte porqué lo devuelves. Lo devuelves y al cabo de unos días compruebas que te han ingresado el dinero. Así de sencillo. América está basada en el consumismo, la gente está habituada a las compras, la máxima es que el cliente tiene razón, con lo cual comprar y devolver objetos es de lo más simple. A mi al principio me daba un poco de vergüenza devolver cosas, ahora ya lo hago con total naturalidad.
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